Paternidad Activa
lunes, 19 de noviembre de 2012
lunes, 5 de noviembre de 2012
Padres e hijos unidos por el deporte
Cualquier ejercicio practicado en familia permite crear hábitos saludables y servir de nexo de unión.
El fin de semana o cualquier tiempo libre ofrecen un punto de encuentro entre padres e hijos, un marco en el que la comunicación es más sencilla y se puede aprovecha el deporte al aire libre para conocerse mejor, deleitarse con los progresos y crear unos hábitos saludables que sirvan de nexo o unión.
Los fines de semana permita disponer de más tiempo para nosotros y para compartir actividades deportivas con nuestros hijos, utilizando los espacios que nos ofrecen las ciudades, como son parques, canchas deportivas, el campo o la playa. Solamente hay que encontrar ese punto en común que nos permita compartir la actividad física adecuadas a las características de padres e hijos, ya sea paseando, corriendo, haciendo una excursión en bicicleta, peloteando, con un balón el la playa, jugando una partida de frontón o tenis, lanzando unos tiros a canasta o utilizando las porterías de cualquier jardín o campo de fútbol.
Todas estas actividades lúdico-deportivas aportan un gran beneficio en la educación. Si los niños no realizan actividad deportiva alguna entre semana, los fines de semana o las vacaciones son el momento perfecto para hacer algo de ejercicio y en el caso de que a lo largo del año los niños tengan actividades extraescolares programadas, con competiciones escolares con sus entrenadores y sus compañeros, este es un buen momento para continuar, pero estableciendo un cambio importante.
Pocas cosas pueden gustar más a los niños que hacer deporte con sus padres, que sean ellos quienes comprueben sus progresos, quienes les enseñen o quienes compartan unas horas "entrenándoles". Practicar un deporte juntos es una de las primeras actividades sugeridas por los expertos como generadora de vínculos positivos entre padres e hijos.
Cuando se comparte una actividad física en familia, todos salen beneficiados. Los padres pueden liberar el estrés de los días de trabajo, además de mantenerse en forma, y los niños a su vez, mantienen la mente sana, estimulan su desarrollo físico y reciben afecto, confort y seguridad.
En verano, los campamentos son también una ruptura con el hábito y la costumbre de los niños y adolescentes que puede convertirse en una buena puerta para que entren en el deporte. Los monitores y entrenadores son diferentes, los compañeros también lo son y al disponer de más tiempo se pueden practicar deportes diferentes al habitual.. y todo ello se convierte en una experiencia fundamental en la formación.
Además, en verano se organizan muchos campus de deporte, entre los que destacan los que organizan las Escuelas Deportivas Municipales en los que pueden participar niños de todas las edades y que cuentan con monitores especializados. Entre las actividades que se llevan a cabo destacan las relacionadas con la naturaleza, físico-recreativas, acuáticas y de aventura, además de organizar gimkanas, juegos alternativos y de campamento, talleres y expresión corporal. Suelen ser periodos intensos en los que la actividad física realizada es superior, por lo que los niños y adolescentes comienzan a entender la importancia de factores como la alimentación o el descanso y se fomentan costumbres saludables.
Son grupos a los que normalmente acceden participantes de diferentes ámbitos y, en muchos casos, niños que a lo largo de todo el año se han estado enfrentando entre sí, tienen ahora la posibilidad de convivir y entrenar juntos, fomentándose el compañerismo. El monitor no suele ser el mismo que tiene a lo largo de todo el año y así el niño experimenta otros estilos de entrenamiento.
Al disponer de toda la jornada, las actividades que se realizan no se suelen centrar en un único deporte. Asimismo, los niños intercambian experiencias y el ser parte de un grupo y de un equipo y aceptar esa responsabilidad es otra enseñanza fundamental que reciben, además de la de disciplina, el respeto al prójimo, la puntualidad y la educación.
Fuente: http://www.padresonones.es/noticias/ampliar/208/padres-e-hijos-unidos-por-el-deporte 05/11/2012 11:14
Imagen: http://educacionmontessori.files.wordpress.com/2011/11/psicomotrocidad1.jpg 05/11/2012 11:15
Participación de los padres: Cómo mantenerse involucrado en las actividades escolares de su hijo
Por: Colorín Colorado (2008)
La participación de los padres en la educación de sus hijos es muy importante. Cuando los padres participan en la enseñanza de sus hijos, por lo general los hijos obtienen mejores resultados en la escuela, se portan mejor, y tienen actitudes más positivas hacia la escuela y crecen para ser más exitosos en la vida.
¿Cuál es la mejor manera de mantenerme involucrado en las actividades escolares de mi niño?
Asista a las reuniones de principio del año escolar
Conozca a los maestros y al otro personal de la escuela. Escuche sus planes, infórmese de lo que esperan lograr con sus estudiantes, y trate de comprender por qué eligieron esos objetivos.
Asista a los eventos escolares
Asista a los eventos deportivos y los conciertos, las exposiciones de los estudiantes, las reuniones de inicio de curso, las reuniones para padres y maestros y eventos de premiación, como los desayunos especiales para celebrar la "asistencia perfecta."
Infórmese sobre lo que ofrece la escuela
Lea la información que la escuela envía a los hogares (solicite que le envíen versiones en español) y hable con otros padres de familia para saber qué programas ofrece la escuela. Es posible que haya un programa de música, actividades después de la escuela, equipos de deportes o programas de tutoría que podrían beneficiar a su hijo.
Asista a las reuniones de organizaciones de padres
En la mayoría de las escuelas se reúne con regularidad un grupo de padres para hablar de la escuela. Este grupo se conoce como PTA o PTO (Parent Teacher Association or Parent Teacher Organization por sus siglas en inglés). Estas reuniones le brindarán una buena oportunidad de hablar con otros padres y de trabajar juntos para mejorar la escuela. Haga oír sus esperanzas y preocupaciones por su hijo y por la escuela en estas reuniones. Ayude a organizar reuniones entre los padres y los maestros para abordar sus propios intereses y los de los otros padres. Si no es posible que asista, pida que le manden las actas por correo. O pregunte si la escuela publica las minutas en su sitio Web.
Ofrézcase como voluntario en la escuela
Si su horario se lo permite, busque maneras para ayudar en la escuela. Las escuelas suelen mandar a casa listas de actividades para involucrar a los padres, y frecuentemente necesitan voluntarios que pueden:
- Acompañar a los estudiantes en los viajes de estudios o los bailes (y si su niño siente que es demasiado vergonzoso verle en la pista de baile, ayude a vender refrescos en el pasillo)
- Servir en los concilios u otros comités que necesitan representantes de los padres
- Ayudar en los proyectos como el boletín escolar
- Colaborar como voluntario en la clase de su hijo, en la biblioteca, en la cafetería o en la oficina escolar
- Preparar comida para algún evento escolar
- Ayudar como tutor de estudiantes en tales sujetos como la lectura, las matemáticas, el inglés, el español, computación, o otros cursos
- Trabajar en un centro de recursos para padres o ayude a crear uno. En estos centros escolares, los padres se reúnen informalmente, piden prestados materiales sobre la educación y sobre la tarea de sus hijos y obtienen información sobre los servicios disponibles en la comunidad.}
Si su trabajo u otros compromisos le impiden ser voluntario en la escuela, busque formas de ayudar en casa
Por ejemplo, usted puede hacer llamadas a los otros padres para avisarles sobre alguna actividad escolar o quizás usted pueda ayudar a traducir el boletín de la escuela del inglés a otro idioma.
¿Qué hago si no tengo el tiempo para ser voluntario?
Si usted no tiene tiempo para servir como voluntario dentro de la escuela, usted le puede ayudar a su niño a aprender en casa. La pregunta clave es, "¿Qué puedo hacer en casa, fácilmente en algunos minutos al día, para reforzar y profundizar lo que la escuela está haciendo?" Este es el tipo de participación que toda familia puede y debe proporcionar para apoyar al éxito escolar de sus hijos.
Fuente: http://www.colorincolorado.org/articulo/26542/ 05/11/2012 11:05
lunes, 1 de octubre de 2012
La importancia de los padres en la crianza de los hijos
Por muchos años los especialistas de la psicología y otras disciplinas enfatizaron lo importante que era para un niño/a en sus primeros años de vida tener una relación cercana y segura con la madre. Sin embargo, desde un tiempo a esta parte esta mirada se ha ampliado, reconociendo que el padre es también una figura central para el desarrollo físico y emocional de un niño o niña.
Un papá presente y cercano a la crianza de sus hijos es necesario en dos dimensiones. La primera tiene que ver con su relación directa con el hijo o hija. Cuando el padre participa en los controles prenatales, puede mirar el desarrollo de su hijo en las ecografías o escuchar su corazón, tiene más posibilidades de ir desarrollando una relación afectiva con él desde antes de que nazca. Esta relación que para las madres es tan obvia porque sienten los cambios en su cuerpo y el movimiento del niño dentro de ellas, para el hombre no lo es. Su experiencia del embarazo es a través de lo que vive la mujer, y por lo tanto toda experiencia “directa” con el hijo le va haciendo más real su presencia en su vida.
Al nacer, una guagua comienza a experimentar las sensaciones de lo que le produce placer y calma y lo que lo desagrada, como el hambre, el frío, el calor o los dolores. Cuando un adulto responde a esas sensaciones de desagrado y lo calma, el niño va asociando el olor y la voz de ese adulto con un espacio seguro, un encuentro que lo ayuda a volver a sentirse bien. En concreto eso es lo que va ocurriendo, sin que a veces los adultos se den cuenta cuando se muda a la guagua, cuando le ayudan a sacar los “chanchitos”, cuando lo ayudan a dormir, o cuando lo alimentan. Si eso sólo lo hace la mamá siempre, la guagua asociará estas sensaciones de seguridad y calma a ella. Si el papá también está presente en estas pequeñas pero importantes tareas diarias, será también para ese niño o niña un adulto confiable, que lo quiere y lo cuida. Esta es la base fundamental sobre la que se cimienta la autoestima y la seguridad personal.
Hoy se sabe que un niño con más de una figura de apego, con más de una persona que lo cuida y le hace sentir querible, es un niño que crece con una base más sólida para enfrentar la vida.
Mirando algunos aspectos de la especificidad que aporta el padre, algunos autores señalan que los padres son los que aportan más en el desarrollo motor del niño, por el tipo de juegos que tienden a hacer con ellos; les ayudan a salir al mundo y en el proceso de “destete” de la mamá, y también son un modelo de identificación masculina para los niños, y un modelo de diferenciación para las niñas.
Pero hay otra importancia de la presencia del padre en la crianza, que es un aporte indirecto hacia el niño: es su apoyo hacia la mamá gestante o que ha tenido recién a su guagua. En la primera etapa del nacimiento de un hijo cuando una mujer se siente querida, cuidada, y acompañada puede estar en mejor disposición para la lactancia y el cuidado del hijo que resultan tareas a veces muy cansadoras.
No siempre el padre y la madre de una guagua viven bajo el mismo techo. Esto hace más desafiante para ellos la tarea de ser padres presentes pero no la hace imposible. La CDN plantea en su Artículo 18 que los Estados partes deben hacer promover el que ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que respecta al cuidado y la crianza de los hijos. En este sentido, los hijos tienen derecho a tener a ambos padres presentes, y es importante que las instituciones y las políticas favorezcan esta relación
El padre fue visto por mucho tiempo en el rol de proveedor económico de la familia. Hoy que la mujer ha ingresado al mundo laboral, y cuando esta tarea se puede compartir, el desafío para los padres es poder ser junto con ella “proveedores afectivos”.
Francisca Morales - Encargada Área Desarrollo Infantil Temprano
UNICEF Chile
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